domingo, 22 de febrero de 2009

De ruta por jaizkibel


Nos encontramos en esta ocasión con una ruta de unos 19 km que enlaza los pueblos costeros Guipuzcoanos de Hondarribia (Fuenterrabia) y Pasai Donibane (Pasajes San Juan).

Se trata desde luego de una ruta estupenda para el motorista, bonitas pistas, buen asfalto, muchas curvas y guardarrailes dobles para protegernos de una caída. Además cuenta con un montón de alternativas a la ruta principal, por lo que la ruta final dependerá en gran medida de la moto que llevemos, de nuestro espíritu aventurero o símplemente de las ganas de andar que tengamos.


La ruta discurre en todo momento siguiendo la GI-3440 lo cual simplifica al máximo las indicaciones. Tomamos como inicio de la ruta la rotonda situada a la entrada de Hondarribia, una vez pasado ya el Aeropuerto. Ya desde la rotonda y tomando la última salida hacia la izquierda podremos disfrutar de la muralla que protegía la antigua plaza de armas y que data de la época de los Reyes Católicos (aunque la fortificación es anterior). Hace varios siglos Hondarribia tenía una gran importancia estratégica por su localización como puerto fronterizo al otro lado del Bidasoa. Creo que es importante destacar que estamos ante el último recinto urbano amurrallado que queda en pie en toda Guipuzkoa y el caso es que la ruta nos hace pasar junto a todo ese mural de piedra. Desde luego, si tenemos tiempo merece la pena desviarnos un poco y pasar por mitad del casco viejo, donde cada casa parece contarnos un poquito de la historia de sus calles.


Una vez recorrida la muralla y siguiendo siempre la revirada GI-3440, comenzaremos la subida hacia las campas de Guadalupe, donde encontraremos la parroquia de Ama Guadalupekoa (lugar de romeria) y por supuesto el fuerte de Guadalupe que data de la época inmediatamente posterior a las guerras carlistas, cuando las plaza fuertes perdieron utilidad táctica y los grandes campos atrincherados tomaron importancia. Actualmente el fuerte se encuenntra restaurado y se puede visitar. Dependiendo de las fechas también nos podemos encontrar con artesanos que venden sus productos en la feria medieval que allí se celebra. También merece la pena parar y echar un vistazo a las vistas de la comarca del Bidasoa, aunque más adelante tendremos ocasión de mejorarlas.
Quien necesite un refrigerio podrá encontrarlo en la tasca situada en uno de los costados de la campa.



Proseguimos nuestro camino disfrutando de las vistas que nos ofrece la propia carretera. Nos encontramos en la ladera norte y aquí el azul del cielo y el verde de la hierba se mezclan en el color del Cantábrico. Si nos apetece verlo más de cerca podremos tomar el desvío hacia el merendero de Justiz, pero salvo que montemos sobre motos de enduro o Trails ligeras deberemos darnos un buen paseo hasta llegar a la costa. La caminata merece la pena pues descubriremos el encanto del cantábrico, su rabia, que ha llevado a más de un despistado a terminar sus días golpeado contra la roca de la costa.


Continuamos la marcha hasta el "Mirador de jaizkibel" donde las vistas llegan a su máxima belleza. A lo largo de todo el recorrido observamos que la cresta del monte está dominada por cinco torreones. No hace falta tener mucha imaginación para suponer cual era su función, pero aquellos que recuerden la película de "El Señor De Los Anillos: El Retorno Del Rey" seguramente se imaginarán a sus vigías transmitiendo señales luminosas de una punta a la otra de la cornisa. Desde este punto nos podremos acercar andando hasta uno de estos torreones y disfrutar las vistas que dominaban.


Siguiendo la carretera podremos tomar un desvío hacia la izquierda y coronar la parte más alta de la montaña, justo allí donde nos encontramos con las antenas. Desde allí tendremos una perspectiva distinta del entorno, pero no será precisamente fácil llegar por lo que quizás convenga conformarnos con la vista anterior del mirador y proseguir ruta hasta la siguiente parada a la altura del campo de tiro militar. Este lugar, todavía en uso suele estar abierto al público (salvo cuando se realizan maniobras) y contiene una orografía singular. Con una motocicleta normal no será difícil llegar hasta un lugar adecuado para parar y descasar un rato pero cuidado con adentrarse mucho en las pistas.


Estamos llegando ya al final de la ruta, solo nos queda un desvío alternativo, por una pista en buen estado, para visitar los restos de un antiguo fuerte inglés y tener una buena vista de la entrada al puerto de pasajes con su Faro De La Plata, que da la bienvenida a los grandes barcos que se atreven a entrar por la estrecha bocana del puerto.


Retomamos ruta por la GI-3440 para comenzar un descenso con sucesivas curvas cerradas y terminar finalmente de nuevo al nivel del mar y a las puertas de Pasaia Donibane. Desde aquí son muchas las opciones que se nos presentan por lo que mejor lo dejamos para otra entrada en el blog.

A continuación os muestro otras escenas que os podréis encontrar en la travesía.

















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