miércoles, 3 de junio de 2009

Cambiar el aceite a la freidora...



Freidora si, por que está llegando el verano y con el aumento de las temperaturas me estoy dando cuenta de lo que pueden llegar a calentar esos dos radiadores laterales tan característicos de la Varadero y otras V-twin de Honda.


Bueno, el caso es que mi montura ya estaba a punto de cumplir los 12.000km y en consecuencia mas temprano que tarde le tocaba la pertinente revisión, así que me he propuesto hacerle yo todo el mantenimiento que me sea posible. A quien le gustan las motos, normalmente también le gustan sus mecánicas y precisamente ese es uno de los vínculos que todavía hoy persiste entre el motorista y su moto.


Una de las cuestiones principales es el cambio de aceite, y sobre el papel resulta algo tan sencillo que ha sido la primera "ñapa" con la que me he atrevido.


El primer paso sin duda es elegir el aceite que vamos a utilizar y no antes de leer hilos e hilos de distintos foros, termino decantándome por un 10W40 sintético 4T de Repsol elaborado para motos de gran cilindrada. Me parecía el más correcto, pues cumplía con todas las normas que el fabricante recomendaba y además, reconozco que este fue el motivo por el que finalmente me decanté por él, la moto que aparece en el bote es una Honda Varadero... jeje... en este caso el marketing a funcionado.


En un principio no le iba a cambiar el filtro del aceite, se lo habían cambiado en la revisión de los 6.000km y en teoría podría aguantar dos cambios de aceite, pero al comprobar que su coste era tan solo de 5€ pensé que merecía la pena invertirlos. A posteriori, mirando la sección de auto-moto de un gran centro comercial, me encontré con una de esas llaves "especiales" para desenroscar el filtro de aceite. En este caso se trataba de una específica para moto, así que imbuido ya por mi papel como mecánico de mi moto, decidí adquirir por poco menos de 6€ la que pasaría a ser la "herramienta endemoniada"... dicen las malas lenguas que ahora está sola en un rincón de mi caja de herramientas, el resto no quieren ni acercarse por si acaso les contagia algo... más adelante entenderéis por qué...


Ya solo me faltaba conseguir un recipiente donde dejar caer el lubricante usado y luego otro donde poder almacenarlo para trasladarlo a un punto autorizado para su tratamiento, no fue complicado conseguirlos. Coloqué un par de bolsas de basura rotas por la mitad y extendidas, a modo de protección para el suelo, bajo la moto y me dispuse a seguir las instrucciones del fabricante. Sorpresa... dice el fabricante que la moto tiene que estar a temperatura de marcha... pero... ¿Qué temperatura es esa? La que coge a los 5 minutos de estar en marcha o la que pilla cuando llego al atasco de turno y me empieza a dorar los pelillos de las piernas... Da igual, me doy una minivuelta (tranquila María, en esta ocasión no haré una crónica de la misma) y vuelvo a dejar la moto en la posición inicial.


Lo primero es quitarle el protector de carter. Curioso este protector... es de plástico, parece resistente pero está claro que si te comes un bordillo tu carter se resentirá... no obstante es útil contra objetos depedidos por la rueda delantera. Quien tuviera el fantástico cubrecarter de una "Africana" como la AT o la Teneré, pero ya se sabe, esos ya son seres mitológicos. Al retirar el cubrecarter queda al descubierto el espacio que voy a tener para trabajar sobre el filtro del aceite. A un lado el ardiente colector y al otro la que creo es la bomba de gasolina.


Paso dos, poner la moto sobre la pata lateral para mejorar el drenaje y soltar el tornillo de vaciado. Busco entre las herramientas la llave del doce, bueno en realidad pruebo con todas hasta dar con la apropiada, y me dispongo a aflojarla. IMPOSIBLE, el tornillo parece estar soldado y no soy capaz de aflojarlo. Además me da miedo jorobar la tuerca del tornillo. Busco en entre mis herramientas mi llave de carraca, le pongo el vaso del 12 y "e vualá" aflojada. Hay que tener cuidado al desenrosacarla por que llega un punto en el que la tuerca sale despedida y el aceite "caliente" también.


El paso tres resultó ser el más complicado de todos. Por suerte, con lo que había tardado en aflojar la tuerca y vaciar el carter, el colector ya estaba lo suficientemente frío como para tocarlo al manipular el filtro de aceite y no quemarme. Cojo la "herramienta endemoniada" la ajusto tal y como venía en las indicaciones y zas... la primera en la frente... el filtro parece ser demasiado pequeño para ella y apenas lo aprieta cuando está totalmente recogida. Evidentemente con eso no iba a conseguir gran cosa, así que después de intentarlo metiendo un trapo al rededor del filtro para aumentar su diámetro, me pongo manos a la obra y decido acortar la banda que rodeará el filtro para dar más margen al tornillo y así poder ajustarlo más. Hecho esto último, ahora si que la abraza lo suficiente, pero al ser una banda metálica lisa, gira entorno al filtro por mucho que la apriete. Estoy empezando a pensar en aquello de "lo barato sale caro". Mi padre andaba pululando por allí en su habitual actitud "optimista" (Vas a dejar el suelo hecho un zipote, se te va a perder algún tornillo, eso se aprieta y tiene que girar solo,... ), pero en esta ocasión aportó la solución al problema. Poner una lija doblada por la mitad entre la cincha y el filtro para darle "GRIP". Tachán... el filtro se suelta y listo, je, je... pero ahora llega el momento de poner el nuevo y en el manual dice que hay que hacerlo con una herramienta especial, bla, bla bla... lo aprieto con la mano y listo, que no me apetece tirar más dinero con herramientas del carrefour y estamos en crisis como para comprar las "pata negra".


El último paso consiste en llenar el carter con el nuevo aceite, un poco tedioso y dolorido para los riñones, pero sencillo y sin problemas aparentes. Luego habrá que ir ajustando el nivel hasta que esté en los márgenes aconsejados, con mucho tino de no pasarnos, pues tendríamos que quitar el sobrante.


Se me olvidaba... importante restituir el cubrecarter, más que otra cosa por la estética de la moto, jeje... creo que he pasado la primera prueba.

1 comentario:

  1. Y el gustazo de hacer las labores de mantenimiento a la moto nosotros mismos, no tiene precio. para lo demás....
    ;-)

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